SANTIAGO.- José Enrique Sued defendió con vehemencia el manejo que hace con los recursos que recibe el Ayuntamiento por distintos días y dijo que es tan escrupuloso en los gastos que muchos hasta lo califican de ser “un síndico tacaño”.
“Pero es que los dineros del pueblo hay que saber administrarlos, por eso, porque son del pueblo”, dijo Sued al hablar en la inauguración, anoche, de un centro comunitario en la urbanización Villa María, de esta ciudad.
Manifestó el alcalde municipal que si de algo pueden estar totalmente seguros los munícipes de Santiago es que los recursos que ingresan al cabildo, a través del gobierno y por el cobro de impuestos, no han sido ni serán nunca mal empleados.
“Llevamos un absoluto control del manejo de fondos y un ejemplo bien podría ser que, en todos los años que llevo administrando el Ayuntamiento, hasta ahora no ha ocurrido un sólo escándalo de corrupción, y de seguro que nunca lo habrá”, proclamó enfáticamente Sued.
Dijo que todo el mundo sabe en esta ciudad que los dineros que se reciben en el cabildo no se gastan en francachela sino en la construcción de obras que necesita la población y que son exigidas por los grupos organizados.
El síndico recordó que, durante sus respectivas administraciones –van tres hasta ahora- Santiago ha sido favorecido con un vasto programa de obras que van desde reconstrucción y construcción de calles hasta el levantamiento de escuelas, iglesias y centros comunitarios “como el que entregamos esta noche en Villa Maria”.
Desde el 2002 hasta la fecha, reveló Sued, como síndico le ha tocado entregar 81 casas clubes en barrios y comunidades, las que se construyeron a un costo de más de 541 millones de pesos, mientras que aulas escolares ha entregado 266 que se construyeron con una inversión que supera los 200 millones de pesos.
“En eso, básicamente, es que gastamos los recursos que ingresan a nuestro ayuntamiento, y pienso que no es un pecado”, sostuvo el sindico mientras inauguraba el centro comunitario de Villa María con la presencia de decenas de moradores y otros invitados.
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