SANTIAGO.- El Ranchito de Piché en una activa comunidad montañosa localizada en plena Cordillera Septentrional, y hasta allá llegaron las manos bondadosas de la administración municipal a través de la construcción de una iglesia, la cual acaba de ser entregada por el síndico.
José Enrique Sued se desplazó ayer, junto a regidores y funcionarios del Ayuntamiento para entregar el nuevo templo a los moradores que celebraron “en grande” así el Día de San Miguel Arcángel, patrono de la comunidad.
El sacerdote Enerio Valerio recibió las llaves de manos del sindico Sued y del presidente del Concejo Municipal, Rafael-Papito-Cruz, y aprovecho para agradecer el gesto de las autoridades municipales de Santiago.
“En lo adelante, dijo un orgulloso y alegre padre Enerio, esta será la catedral del Ranchito de Piché”, lo que motivó un fuerte aplauso de parte de los feligreses que abarrotaron por completo el local.
Sued se mostró regocijado en entregar esta nuevo local para la reflexión y la profundización de la fe católica lo que se hizo con una inversión que alcanzó los cinco millones de pesos, 800 mil de los cuales, informó, los aportó el ayuntamiento de Los Cocos, de Jacagua, dirigido por Elías Castro.
El propio Castro hizo, también, uso de la palabra para destacar los grandes aportes que ha hecho la administración de Sued en todas estas demarcaciones geográficas, de las que casi nadie se acuerda más que en tiempos de elecciones.
“Tenemos el privilegio, sin embargo, de contar con un sindico que nos tiene presentes en todo momento, un trabajador incansable, un funcionario para todos los tiempos”, dijo Castro siendo refrendadas sus palabras con un caluroso aplauso de parte de los presentes en la iglesia.
Luego intervino Zeneida Ozoria, dirigente del Consejo de la Iglesia, la cual destaco la importancia de la construcción tomando en cuenta que las actividades religiosas, incluidas las misas, tenían que hacerlas en un local que literalmente se caía a pedazos.
Luego el Padre Enerio recibió las llaves del nuevo templo y se produjo el corte de la cinta y, a continuación, la comunidad hizo un reconocimiento al síndico entregándole una placa por su gran aporte n solo con la construcción de la iglesia sino con otras obras que hacían falta en la zona montañosa.